8 de diciembre de 2012

Eleno Guzmán: Escenarios invisibles | Día 4 | Diario de la Muestra Nacional de Teatro 2012


Les comparto la cuarta de las 10 publicaciones de mi columna ESCENARIOS INVISIBLES que escribí dentro del Diario de la Muestra Nacional de Teatro que se llevó a cabo en San Luis Potosí del 9 al 17 de noviembre de 2012.

ESCENARIOS INVISIBLES  | Día 4
Eleno Guzmán Gutiérrez

Tras presenciar la obra Todas las Julias del mundo de Fausto Ramírez (Jal) y Manual de Cacería de Juan de Dios Rath (Yuc), considero pertinente ahondar en una teoría que podría ser un buen mediador de las experiencias que estamos viviendo como espectadores; y me refiero a la propuesta del español José A. Sánchez sobre El teatro en el campo expandido.

Todas las Julias del mundo de Fausto Ramírez
Sánchez plantea que “el actor siempre es superior al espectador, pero también más vulnerable”. Este paradójico estado humano es el que habitan los intérpretes de estas dos propuestas. En Todas las Julias… su vulnerabilidad recae en el constante boicoteo entre actor y personaje; la propia representación, el sólo hecho de “ponerse frente a los otros” les da poder, pero ese poder lo usan para desnudar sus miedos interpretativos, sus inconformidades con el devenir de los personajes; se trata incluso de un poder compartido, pues el mismo personaje se lo intercambian amablemente. Resulta destacable el visible proceso de investigación actoral y dramatúrgica, pues sin perder el trazo del drama amoroso, la fina estructura de rompimientos, refresca y matiza la historia de un modo tan original, que más allá de las cualidades actorales individuales, estremece el trabajo grupal, que cual equipo de futbol, tiene jugadores en la banca, listos para entrar a escena en el momento en que su compañero lo solicite.

Manual de Cacería de Juan de Dios Rath
En su ensayo, Sánchez afirma que “los juegos escénicos han permitido en la última década el ascenso a los escenarios de personas sin ninguna formación teatral ni predisposición a la actuación. Y ha permitido a los actores desprenderse de sus técnicas de transformación y mantener solo sus técnicas de presentación”. Lo cual resulta pertinente para decir que en Manual de cacería no hace falta definir si quien está en escena es actor o no, dado que la propuesta indaga en el ejercicio de la presentación de anécdotas personales y estadísticas brutales, que en su ordenada presentación a 6 tiempos, dibuja una posible dramaturgia de lo real que permite más que lecturas simbólicas complejas, identificación y reflexión. Resalta sin duda la pulcritud del escenario contra la negritud, por decirlo de algún modo, de lo que nos narran.

Las teorías planteadas por Sánchez son sin duda aprovechadas por estos dos grupos. Los primeros en este ir y venir de personaje a persona; y los segundos, en ese mismo ir y venir, pero de espectadores a personas que se representan a sí mismas. Así, “su dualidad de máscara y persona desaparece, o más bien, se ve capacitado para decidir libremente sobre su máscara: mantener la habitual, reconstruirla, dibujar sobre ella. Y enmascarado trabajar por un paraíso, que ya no es ahora, que quizá no sea nunca, pero que sigue siendo como horizonte, irrenunciable”.

La muestra se pone interesante.

Todas las notas: Sánchez, José Antonio. (2007, España).  “El teatro en el campo expandido”. Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.

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